Los grandes manjares se sirven en pequeños y encantadores cuencos. En resumen, en tazones de ramekin. Con una capacidad que oscila entre los 50 y los 250 ml, estos pequeños cuencos cilíndricos están fabricados con elegantes materiales de alta resistencia térmica -material cerámico o vidrio resistente al calor- para cocinar, pero también para servir.
Aunque los moldes se utilizan especialmente para postres finos como crème brûlée, soufflé o helado, en ellos se pueden cocinar platos especiales a base de huevo y queso, macarrones, diferentes recetas de crumble, empanadas rellenas de carne y queso o incluso la sopa francesa con cebolla. Por supuesto, también puede servir salsas, dressing o ensaladas como la ensalada de col, en estos tazones de ramekin. Así que esta es la evidencia de que el diseño elegante y la funcionalidad son totalmente compatibles.
Si te encanta la crème brûlée (¡como a nosotros nos encanta!), elige un bol especial para una presentación impresionante como en los restaurantes franceses. Los tazones hechos de cerámica francesa especial distribuyen el calor de manera uniforme y brindan a su postre favorito una textura perfecta y un aspecto irresistible.